¿Qué es VETA?

Soy un hombre casado y padre de dos hijos. La carpintería ha estado en mi familia durante tres generaciones, y en mi vida, siempre ha tenido un lugar especial.

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Cuando entro al taller, todo se detiene. El mundo de fuera se queda en la puerta y ahí dentro, solo existe la madera, mis manos y el silencio. En ese lugar me siento en paz. Completo. Como si todo lo que fui y todo lo que soy encajara a la perfección y encontrara sentido en este acto simple, pero a la vez tan profundo.

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Cada pieza que hago no es solo una pieza de madera. Es una parte de mí. De mi historia, de mis luchas, de lo que me hace ser quien soy hoy. Crear con las manos me conecta con una integridad real, donde cuerpo y espíritu trabajan al unísono.

 

VETA nace de tres convicciones personales: necesito sentirme realizado con mi trabajo diario; necesito vivir con verdad, sin máscaras ni ruido; y deseo ofrecer a los demás un producto artesanal con un valor físico y visible.

 

Este es mi lugar.